Las Columnas J y B
Deseo compartir con Uds. lo que pude investigar sobre las
columnas gemelas a la entrada de nuestro templo. Investigación basada en una cuidadosa
selección de información que fui encontrando, confiando a mi vez en sus
autores.
La información que encontré, aunque en su mayor parte es
coincidente, se basa en dos fuentes distintas: la bíblica e histórica sobre las
columnas del Templo del Rey Salomón y la
masónica basada en escritos de miembros de la Masonería. Mi intención es ir
entretejiendo a ambas para tener una visión más completa.
Las Columnas de nuestros templos tienen sus raíces en las del
Templo del Rey Salomón y la tradición Templaría, en cuyos templos también se
erigían pares de columnas marcadas con las letras J y B.
Empecemos por la información bíblica. Cuando los hebreos
volvieron a la tierra prometida, el rey David comenzó a construir el Templo de
Jerusalem, el Templum Domini (El Templo del Señor). Tras la muerte del rey
David, su hijo el rey Salomón, prosiguió la construcción del Templo en el Monte
Moriah.
En la obra, Salomón contó con la ayuda de un amigo de su
padre David, el rey Hiram de Tiro, Fenicia, en el siglo XI A.N.E., quien aportó
una cantidad de material considerable para el edificio. El rey Hiram de Tiro
por último, le envió a Salomón un artista en quien moraba el espíritu de la
Sabiduría. Hijo de una mujer de la tribu Neftalí, su nombre también era Hiram
(vida eterna) Abiff, (padre mío), Hiram Abiff (Padre Hiram) era un maestro
masón, y según la Biblia era “lleno de sabiduría, de entendimiento y de
conocimiento para hacer toda suerte de obras de bronce; y vino al rey Salomón,
y fue quien hizo para él toda su obra”. (I
Reyes, 7, 14). La
leyenda dice que los tres, el rey Salomón, el rey Hiram e Hiram Abif eran
maestros masones.
Y sobre la evolución de la obra, la Biblia nos dice:
“Hiram Abiff fundió dos columnas de bronce. Tenía cada una
dieciocho codos de alto (8,10 metros), y un hilo de doce codos (5,40 mts.) era
el que podía rodear cada una de las columnas. No eran macizas, sino huecas; el
grueso de sus paredes era de cuatro dedos. Fundió capiteles de bronce para
encima de las columnas; de cinco codos (2,25 mts) de altura uno y de cinco
codos de altura el otro... Erigió primero la columna de la derecha y le dio el
nombre de Jaquín, y luego la columna de la izquierda y le dio el nombre Boaz. Como
remate de las columnas había una especie de lirio. Así fue acabada la obra de
las columnas”. (I Reyes 7, 15-22). Según el Antiguo Testamento, tras esto,
Hiram Abiff preparó más decoración del Templo, fundiendo las obras en una
explanada cercana al Jordán. Las columnas también fueron decoradas con cadenas
y dos hileras de 200 granadas.
Las columnas masónicas que conocemos son muchos menores en
tamaño, aunque proporcionales. Y con respecto al espacio hueco dentro de las
columnas de algunos templos masónicos, aparentemente en ciertas épocas fue
usado como repositorio de rollos constitucionales y diversos documentos. Con
respecto a las granadas, que también podemos ver en nuestros templos, con
la exuberancia de sus semillas simbolizan abundancia y fertilidad. En el caso
de las columnas del templo de nuestra logia, hay una serie de granadas rodeando
la base de las esferas. Esta fruta tenía asociaciones místicas en la
antigüedad. Para la masonería denota esa abundancia que es el fruto de una
utilización sabia de los dones que recibimos. Y que teniendo en la mira el
progreso de la humanidad, intentaremos elevar el nivel de nuestra vida moral y
social, y la de quienes nos rodean.
Con respecto al texto bíblico leído, hay varios puntos a
notar. Uno es que en aquella época era costumbre determinar los puntos
cardinales parándose mirando hacia el punto del sol naciente y saber que el sur
estaba hacia la derecha y el norte hacia la izquierda, por lo que sur y derecha
eran sinónimos, al igual que norte e izquierda.
El otro punto es que cuando se habla de Jaquín en el lado derecho o sur,
se está hablando de que se está ingresando al templo desde el oeste.
Josefo clarifica esto cuando dice “Una de las columnas él
colocó a la entrada del pórtico a la izquierda y la llamó Boaz”. La palabra
“entrada” deja claro de qué punto se está mirando las columnas. Especialmente
porque estas enormes columnas estaban al frente del templo. De paso, es también
digno de resaltar que esa enorme visibilidad de las columnas deliberadamente
contrastaba con la invisibilidad de las cámaras interiores fuera de la vista de
los profanos.
En nuestra logia las columnas sólo se ven desde adentro y
vemos la columna con la letra J a la izquierda, pero al entrar esa columna está
a la derecha y al sur como en el templo de Salomón.
Es interesante mencionar además que en el siglo 18, ambos
vigilantes se ubicaban al occidente, de frente al oriente, cercanos a cada una
de las columnas que les corresponden hasta hoy y que se asocian a los dos
primeros grados.
Algo más que podemos anotar con respecto a este texto es que
parece que era costumbre en esos pueblos darle nombres a objetos sagrados. En
el libro de Éxodo dice: “Y Moisés edificó un altar y llamó su nombre
Jehovanisi”, que en hebreo antiguo significa “las vestiduras sagradas de Dios”.
Esto nos está diciendo que estas columnas deben haber sido
objetos de sacramentos sagrados en relación con los nombres que se usaban para
denominarlas.
En el caso de las columnas, el nombre Jaquín está formado por
“Jah” que es una forma acortada de Jehová o Yahvé y “aichin” que significa
“establece”, por lo que el significado de Jaquín sería “El establece” o “Será
establecido”. Y da idea de firmeza.
Por otra parte, Boaz está formado por “Bo” que significa “en
El” y “Az”, “fortaleza”, o sea “en El está la fuerza”.
Otra teoría, y siguiendo con la información bíblica, dice que
cada una de estas palabras es la primera de una inscripción que entera decía:
“Que el Señor establezca (Jaquín) el trono de David y su reino para siempre y
entonces en la fortaleza (Boaz) del Señor se regocijará el rey”. Esta teoría,
aunque es lógica e interesante y quizá haya sido el espíritu de las palabras,
no es la impresión que dan los textos bíblicos que simplemente citan los
nombres de las columnas como si hubieran sido nombres personales. Lo cual da
lugar a otra teoría que dice que realmente eran nombres de personas. Jaquin era
el nombre del asistente del Sumo Sacerdote que oficiaba en la dedicación del
templo y se asocia con Salomón y Boaz era el del bisabuelo del rey David y obviamente se
asocia con David. Después de la destrucción del primer templo, como se
interpretaba que las columnas simbolizaban el apoyo divino al establecimiento
de la dinastía davidiana, en la reconstrucción no se les dio importancia.
Lo encontrado en las fuentes masónicas me llevó a la
suposición personal que como Hiram era considerado el primer maestro masón haya
tenido motivos esotéricos para elegir esas palabras. Como por ejemplo aludir a
que las columnas sean un símbolo de fortaleza y firmeza e inclusive protección,
como veremos más adelante.
También encontré en varios tratados, especialmente escritos
por Maestros masones norteamericanos, una clara referencia a la estrecha
vinculación entre los últimos caballeros templarios refugiados en Escocia y la
constitución de la primera logia
masónica moderna en Londres en 1717. Y la posibilidad de que, por ese motivo,
los templos masónicos modernos sigan la tradición templaria de erigir esas
columnas en sus templos con las letras J y B, como es el caso, entre otros, de
la famosa capilla de Rosslyn en Escocia.
El otro motivo es que haya habido la voluntad desde esa época
de honrar a Jacques De Molay, el último maestre templario y el más famoso,
considerado mártir y caballero sagrado (en hebreo Kadosch) por templarios y
masones. Las iniciales del nombre en latín de Jacques de Molay: Jacobus
Burgundius Molay son J B y M.
Parece haber un paralelo entre el Arquitecto y el Caballero.
De Molay, al igual que Hiram Abif en la Leyenda, encarna los principios
masónicos de lealtad, amistad, heroísmo y valor. Vemos un paralelo con la
Leyenda de Hiram, en la que 3 rufianes (Jubela, Jubelo y Jubelum) lo matan por
no querer rebelar los secretos de Maestro Masón incluyendo la Gran Palabra
Masónica, el nombre de Dios. Los rufianes en el caso de de Molay, fueron el rey
de Francia, Felipe el Hermoso, Guillermo de Nogaret y el papa Clemente. Felipe,
con la anuencia de Clemente, mandó arrestar a Jacques de Molay en 1307 y
torturarlo, y finalmente lo condenó a morir en la hoguera el 18 de marzo de
1314 sin que, al igual que Hiram Abif en la leyenda, jamás revelara los
secretos de la Orden. En algunas fuentes, se propone la idea que la Leyenda de
Hiram se refiera realmente a Jacques de Molay.
Otro dato es que la Biblia también habla de coronaciones
junto a las columnas. En el segundo libro de Reyes se describe una de tales
coronaciones y dice: “Junto a la columna, conforme a la costumbre”.
Y en el “Catéchisme des Francs-Maçons” de 1744 se menciona
que Jaquín es la columna donde los aprendices reciben su salario. Dice:
“Pregunta: Cuál es el
significado de Jakhin?
Respuesta: Es el
nombre de una de las dos columnas de bronce que estaba en el Pórtico del Templo
de Salomón donde los Aprendices se reunían para recibir su salario.”
Un último dato, antes de llegar a las conclusiones, es que en
las épocas modernas se agregaron sobre las columnas de algunas logias esferas
sobre las que se dibujaron globos celestes (derecha) y terráqueos (izquierda)
sin ninguna relación aparente con raíces antiguas. Si bien el simbolismo de
representar las dualidades del cielo y la tierra, el espíritu y la materia en
el portal de ingreso parece ser muy significativo.
En conclusión, como dijimos antes, las columnas no tienen
valor estructural al estar erigidas libremente en la mayoría de los casos y
ciertamente en el caso de las que estaban delante de la entrada del templo de
Salomón puesto que no sostenían ninguna estructura. Tampoco nos parece de gran
relevancia su aspecto meramente ornamental o su posible uso como repositorios
de documentos.
Así que el mayor énfasis lo pondríamos sobre el valor
simbólico e inspiracional. Nos resulta obvio que las columnas constituyen un portal
muy firmemente establecido y fuerte que claramente separa el mundo profano de
la cámara interior en la que los masones realizamos nuestros trabajos lejos de
“la indiscreción de los profanos”.
También son importantes, como en las coronaciones de antaño,
en el momento de la iniciación, porque ha habido un ingreso o crecimiento
masónico que indica que uno está pronto para un renacimiento espiritual y por
lo tanto debe pasar entre columnas ingresando a un nuevo nivel de conciencia,
con la comprensión de que lo que necesita es el firme control que una de las
columnas representa y la fuerza representada por la otra, sabiendo que control
sin fuerza es tan fútil como fuerza sin control.
El candidato avanza con fuerza y poder, pero guiado por la
sabiduría y el control. Se eleva por el poder que está en él, pero llega por la
sabiduría de su corazón. Desde este punto de vista, parece irrelevante si las
columnas miden 8,10 metros o si tienen globos, tazones o lotos encima. Sí es
cierto que los pares de columnas, obeliscos o esfinges eran comunes en la
antigüedad y representaban la dualidad, las fuerzas gemelas en toda la
creación, guardianes del templo, portales simbólicos, una conexión entre el
cielo y la tierra.
Entonces parece que la lección está allí, en las columnas
mismas, el significado del símbolo a ser leído, comprendido e incorporado, que
las columnas representan silenciosamente.
La verdad que nos enseñan, tan valiosa hoy como cuando fueron
erigidas en los primeros templos, de la necesidad de establecerse sobre un
firme cimiento y a través de la fuerza para emerger victoriosamente de todas
las luchas de la vida.
Para terminar, el iniciado en la antigüedad veía el espíritu
de Dios en el obelisco o columna.
El iniciado masónico moderno puede ver en las dos columnas el
portal de la senda a hollar por todos los hombres durante su existencia
terrena, los medios por los cuales puede viajar un poco más lejos, un poco más
alto hacia la cámara secreta de la vida en la que mora la presencia invisible,
la voz del silencio, la luz que ilumina el sendero y la sabiduría.
Rislo Buscaróns
19/10/2004 (e∴v∴)